Al inaugurar este blog os hablamos de Eline Pellinkhof, una diseñadora apasionada por las labores y el punto de cruz. Ultimamente nos ha vuelto a sorprender con un kit para hacer nosotras mismas que se incluye en la revista Mollie Makes. Es muy sencillo y podremos hacerlo con cosas sueltas que tengamos en el costurero y nuestro cajón de retales. Vamos a necesitar:
- Un patrón de punto de cruz que nos guste
- Tela de lino o aida suficiente para que nos quepa la labor y podamos fijarlo en un bastidor
- Un bastidor de madera o plástico
- Un trozo de puntilla del tamaño del diámetro del bastidor
- Un trozo de cinta de raso del mismo tamaño
- Retales de telas de patchwork o trozos de cinta sobrante que combinen con el bordado
- Hilo mouliné y aguja
Empezaremos con el bordado, como siempre en punto de cruz comenzaremos por el centro, para que nos cuadre la labor perfectamente en medio de la tela y podamos centrarla bien en el bastidor. Una vez terminado sacamos la tela bordada y le añadimos la cinta y la puntilla, unidad por el lateral. Quedan muy bien a un lado del bordado, pero podéis experimentar otras posiciones. Lo ideal será coserlo con un pespunte, aunque podemos pegarlo con spray para tela.
A continuación forramos nuestro bastidor con los retales de tela o cintas que hayamos escogido, combinados con los colores del bordado. Con tres tipos de tela distintos conseguiremos el efecto de reciclado sin que los colores queden demasiado mezclados. Dividiremos el bastidor en tres partes iguales y forraremos cada parte con una de las telas. Después volvemos a colocar la tela en el bastidor y…voilá! una preciosa labor hecha con retales de costurero. Podéis ver más imágenes de la artista y su trabajo en el enlace que os dejamos a su blog al principio del post.