De nuevo nos encontramos punto de cruz y patchwork combinado en la misma labor. En este caso se trata de un pequeño cojín decorativo que también podríamos utilizar como pinkeep, aunque la verdad es que creo que nos costaría un poco clavarle agujas a esta monada. Los dos tipos de labores pese a ser muy diferentes en cuanto a la técnica de elaboración, combinadas consiguen una perfecta armonía y exquisita estética en este mini cojín.
Tradicionalmente en los países del este de Europa existe muchísima afición a las labores en general. La idea la hemos encontrado concretamente en un blog de la República Checa, Judith-for-joy en el que Jitka nos muestra su creación.