Esta es una estupenda forma de iniciar a los más pequeños en el punto de cruz; además de ser una actividad relajante fomenta la creatividad. En una hoja de cuadrícula se trata de captar la esencia de la persona que queremos retratar, no es necesario que sea exacto, sino que los detalles más significativos estén representados. Podéis aprovechar retales de tela y madejas de hilo que tengáis en el costurero y hacer un simpático retrato de toda la familia. Martha Stewart nos lo explica paso a paso.
Bordando a la familia
